martes, 27 de julio de 2010

El negociador.

¿Quién no recuerda a ese elegante señor de apellidos Díaz Ferrán y de cargo, todavía, Presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales? ¿Quién no recuerda sus ya famosas frases "Si es que es cojonuda", (refiriéndose a Esperanza Aguirre) y su "es que no lo ha hecho bien, el problema que tenemos no es la grave crisis (...), son los años de Zapatero"? ¿Quién no recuerda su participación en la finalmente fallida negociación de la reforma del mercado de trabajo? Cuando finalmente el Gobierno acometió a golpe de decreto la reforma, declaró que "no vale para nada". Es más, ayer mismo se sumó a la propuesta de la Comisión Europea de retrasar la edad legal de jubilación "a los 70 años", mientras adelantó que en la reforma de la negociación colectiva, que se inicia mañana, "peleará por eliminar la ultraactividad de los convenios (su prórroga automática ante la falta de acuerdo) y porque los convenios sectoriales condicionen menos a los de empresa" así como se manifestó "preocupado por la parte de la reforma laboral que limita los contratos temporales de obra o servicio, así como la creciente indemnización de los contratos eventuales"... Hablando claro: quiere quitar poder a los convenios, aumentar la contratación temporal sin ningún límite y machacar a los trabajadores hasta los 70 años. Interesante.

Y habrá quien diga "bueno, es un empresario. Mira por las empresas y pide lo que cree que puede ayudarlas. Además es un empresario modelo"... Quizá sería conveniente recordar a AirComet, aerolínea que cerro con 310 millones de euros de deudas, 24.000 afectados y, lo que es peor, 740 trabajadores en la calle y sin cobrar. También podríamos hablar de Seguros Mercurio, intervenida con unas pérdidas de 15 millones de euros y 84 trabajadores afectados. O, finalmente, Viajes Marsans, que no pagaba ni el alquiler de su sede  (4 millones de euros de deuda), ahora malvendida a otros empresarios (Posibilitum Bussiness) y con más de 2000 trabajadores, empresarios que presentaron en su momento un ERE "extintivo" (o sea, de despido) para 947 de ellos y últimamente otro para suspender dos meses su contrato a los 498 que quedaban (los restantes se habían "fugado" a otras empresas turísticas).

Ahora se ha sabido que el "inmaculado empresario" y su socio cobraron de Marsans, justo antes de venderla y mientras no pagaban sus deudas, la "pequeña" cantidad de 170.000 euros netos cada uno. Así da gusto: me voy, os dejo tirados y en manos de un halcón liquidador de empresas pero me lo llevo calentito, debió pensar Ferrán. Pues nada, todo bien. Este es el "ejemplo" de empresario que apoya y es apoyado por la derecha en España: el que se lo lleva calentito...

Esperanza era "muy buena"  pero tú, Ferrán, eres muy malo y, lo que es peor, muy caradura...

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