martes, 13 de julio de 2010

¿Disidentes?










Me ha resultado sorprendente, por lo contradictorio, el buen aspecto que tenían, a su llegada a España,los primeros disidentes liberados por la "sangrienta" dictadura castrista de las inhóspitas, insalubres y famélicas cárceles cubanas: gorditos, lustrosos y nada demacrados por tamaño "sufrimiento"... Julio César Gálvez, que ejerció de portavoz, había sido diagnosticado en una web disidente de "padecer de hipertensión arterial desde el día en que fue detenido, hace casi dos años. En el último chequeo médico detectó que tenía el nivel de colesterol alto, así como el ácido úrico, y el 11 de marzo de 2004 tuvo que ser operado de urgencia por cálculos en la vesícula. Padece también de artrosis generalizada, con fuertes dolores en las vértebras cervicales, en el hombro derecho, las rodillas y la región lumbar. Y peor: no tiene tratamiento médico, pues sólo le han prometido que le darán atención de fisioterapia en los próximos días." Es de suponer que se curó milagrosamente de tales dolencias, puesto que ha llegado a Madrid con excelente presencia y evidente obesidad...

Claro que, a lo peor, los sanguinarios Castro han encontrado la fórmula secreta para que la gente engorde un buen puñado de kilos en una semana, con el propósito, malvado sin duda, de dar "buena imagen". O, quizá, va a ser que las cárceles cubanas no son tan superduras como venden desde casi todos los medios.

Sorprende igualmente, también por lo contradictorio, que haya en Cuba artistas cuyas obras atacan diréctamente al régimen (buscad "Porno para Ricardo" y escucharos, por ejemplo, "El Comandante") y no sean confinados "sine die" en alguna de esas lúgubres mazmorras. Me imagino lo que pasaría en alguna época anterior de este país si algo similar sucediese...

Y lo más sorprendente de todo es que una dictadura tan "sanguinaria", tan "asesina" y tan "represora" permita que la mayoría de los "disidentes" vivan en sus casas, dispongan, como cualquier otro ciudadano de su "cartilla de raciones subvencionadas" y se permitan el lujo de recibir a altas personalidades extranjeras que los visitan en su domicilio para poner públicamente de vuelta y media a los Castro sin que estos les hagan un "vuelo de la muerte" de esos tan corrientes en otros Gobiernos más "amistosos" para las potencias occidentales.

Son contradictorios estos Castro, ejercen fatal de "asesinos represores". Tal vez necesitan de algún "nuevo demócrata" que les dé unas lecciones de "tratamiento a quien se mueva". A mí se me ocurren unos cuantos buenos "profesores"...

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