martes, 20 de julio de 2010

Barbaridades.

A pesar de que uno cree que es en la política donde se puede alcanzar el colmo de lo contradictorio, a veces aparecen personajes que, lejos de ser la excepción que confirma la regla, sobrepasan de largo a los prohombres de los partidos.

Tal es el caso de un señor llamado Pedro Gutiérrez, más conocido por "Niño de la Capea". Este hombre ha tenido a bien hacer unas declaraciones donde defiende lo que se da en llamar "fiesta nacional", lo que no tiene nada de extraordinario en alguien que se ha hecho millonario con la sangre derramada de cientos de toros y sigue viviendo de criar y vender toros para que otros los acribillen hasta la muerte.

Pues bien, dice este buen señor que "la coherencia y la cultura están por encima de unos pocos bárbaros que pretender prohibir los toros". ¿Son bárbaros los que quieren impedir que un animal sea pinchado, desangrado y estoqueado hasta la muerte y "cultos y coherentes" los que disfrutan viendo unas supuestas "cultura, sensibilidad, arte y pasión" (sic) bañadas de sangre? ¿Cual es la sensibilidad de una estocada? ¿Qué cultura se obtiene de desangrar a un animal? Llamar "bárbaros" a los que, precisamente, quieren impedir una barbaridad es como llamar ladrones a los que quieren evitar un robo... ¿Piensa lo que dice este personaje o solo habla al calor de su propia cartera?

Se autocomplace el "Niño" opinando, por su cuenta y riesgo, que "en Madrid hay muchísima más gente que quiere toros. Hay una gran mayoría sobre los antitaurinos". Precisamente por eso está él tan preocupado, tanto que sale a la palestra a decir sandeces. No creo que este hombre tan "culto" ignore los datos de una encuesta que hizo la empresa Gallup en 2006 que concedía a los "cultos y sensibles" un 27%, mientras que al 72,3% de "bárbaros" no le interesaba la "fiesta" en absoluto, cifras que en el norte del país rondaban el 80%... Y lo peor es que solo al 17% de los menores de 17 años les agrada ver como se tortura a un animal. Feo futuro para los "coherentes" taurinos.

"Niño de la Capea", ¡¡con lo guapo que estás callado y las tonterías que dices!! Claro que él defiende el pan de su familia, lo triste es que haya politiquillos que lo hagan también por el solo hecho de colocar esa "fiesta" salvaje como ariete de intereses electoralistas al grito de "se rompe España y su cultura tradicional"... Y está lleno de ellos, oiga.

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